Nota general: |
En este número de la revista (N.222), se dedican dos cuadros de Santa Cecilia, dando una reseña general del personaje en la sección de “Nuestro grabados”: “Descendiente de Reyes de Roma, hija de ilustres patricios, esposa en la tierra – aunque de nombre solo – de un Valeriano, y en el cielo, realmente, de Jesucristo, a su fe en el Mártir de Gólgota sacrificó valerosa cuanto en el mundo puede satisfacer el orgullo e interesar al corazón. La arquitectura le ha elevado monumentos en magníficos templos, como la Catedral de Albi. Por ejemplo: la escultura produjo en honra suya la obra maestra de Esteban Maderno, y la pintura dio de sí las obras inmortales de Pablo Veronese,Tempesta. Guido Reni y Carlos Dolei, las maravillas del Dominiquino en el Colegio de San Luis de los Franceses, en Roma, y Rafael, en fin, cuyo admirable cuadro de la Santa para el Museo de Bolonia, fue el que hizo prorrumpir al Corregio en su famoso y profético grito: Anch’io son’ pittore! En este caso, observamos que la Santa, además de estar acompañada de un órgano, muestra la expresión y la boca ligeramente abierta en actitud de canto. |